Estados Unidos contra Europa. Neutralidad en internet contra contenidos a velocidad privilegiada en función de cuánto pague una determinada compañía. Operadoras de telefonía contra proveedores de contenido web. Telefónica contra Google. Ríos de tinta han corrido en un debate tan filosófico en ocasiones como vano.
La realidad se estaba decidiendo en un despacho. El presidente de Telefónica, César Alierta, el hombre que encendió la polémica exigiendo que las reinas de internet arrimasen sus ingresos publicitarios a la inversión en nuevas redes, aseguró ayer no sólo que mantiene negociaciones con los proveedores de contenidos (léase Google, que es a quien siempre cita aunque ayer no lo hiciera, y léase Facebook, porque sí citó expresamente el fenómeno de las redes sociales). Para Alierta, el acuerdo está tan cerca que habrá novedades este mismo año.
En declaraciones a un grupo de periodistas tras intervenir en el Mobile World Congress que se celebra esta semana en Barcelona, Alierta reconoció que mantiene «conversaciones con todo el mundo», en referencia a los proveedores de contenidos, y que «2011 va a ser un año muy importante». De hecho, prometió «novedades en los próximos meses». «Hacen falta nuevos modelos de negocio para financiar las inversiones que hagan sostenible todo el ecosistema de internet», añadió.
Según había expuesto Alierta minutos antes en su ponencia, Europa invertirá 91.000 millones de euros entre 2010 y 2014 en la mejora de las actuales redes de acceso a internet y además necesitará otros 146.000 millones para desplegar las redes futuras, tanto fijas como móviles. Según Alierta, el volumen del tráfico obligará a que «cada estación móvil esté conectada a una red fija de fibra».
¿Qué pide Alierta, si ya ve cercano el acuerdo? Libertad de actuación. Teme que los reguladores y el debate de la neutralidad se vuelvan en su contra: «Todavía no entiendo por qué estamos regulados. Que dejen competir y el resto irá solo. Ellos van siempre por detrás de la ola. Pedimos una política industrial, competencia y apertura y, como mínimo, simetría con el resto de agentes del negocio de internet».
Lo mismo reclamó Vittorio Colao, el consejero delegado de Vodafone, que pidió ayer también en Barcelona a los gobiernos de Europa que tomen el apoyo a sus empresas de telecomunicaciones frente a las de contenidos como política industrial.
La asimetría actual, según Alierta, se debe a que, en el ecosistema de internet, las operadoras de telefonía son las únicas que están reguladas y, mientras tanto, «en Europa, en 2009, las telefónicas invirtieron 37.000 millones de euros y dieron trabajo a dos millones de personas. Las tecnológicas invirtieron 3.000 millones y dieron trabajo a 2,9 millones, y las empresas de internet invirtieron 30 millones y dieron trabajo a 10.000 personas», en medio de la crisis que vive el Viejo Continente.
Ya hace unos días lanzaba un claro aviso a los buscadores: «Las redes las ponemos nosotros, el peering lo hacemos nosotros, los sistemas los hacemos nosotros, el customer care lo hacemos nosotros, el servicio post-venta lo hacemos nosotros, el servicio de instalación lo hacemos nosotros… lo hacemos todo. Quiero decir, ellos tienen algoritmos y contenidos…»
Sus declaraciones ya han encontrado eco en varios blogs y plataformas como Twitter o Menéame, donde los usuarios entienden la nueva «estrategia» de Telefónica como un modo de comenzar a cobrar por partida doble. «Es como si Fenosa o Endesa le cobrara a los fabricantes de electrodomésticos por usar la red eléctrica», sentencian.
Alierta ha querido insistir en que se trata de una noticia positiva para todos los implicados. Sin embargo, no todos están de acuerdo con él. «¿Qué es lo que piensan los mercados? Que de eso no vamos a ver un duro. ¿Qué es lo que pienso yo? Que están totalmente equivocados», ha añadido. «La inteligencia está en la red y las redes las tenemos nosotros».