Steve Jobs: «Dedicaré hasta mi último aliento a destruir Android»

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La biografía autorizada del creador de Apple desvela algunos rasgos de su carácter complicado y obsesivo.
Uno de sus principales metas era superar a Android, el sistema operativo de Google para teléfonos inteligentes.

La agencia periodística Asociated Press obtuvo una versión preliminar de la biografía oficial de Steve Jobs escrita por Walter Isaacson, en la que se desvelan declaraciones e ideas del fundador de Apple, algunas muy críticas con sus competidores, como la próxima declaración de Steve Jobs cuando HTC presentó Android sus terminales con Android en el año 2010.

Voy a invertir hasta mi último suspiro de vida si hace falta, y gastaré hasta el último centavo de la cuenta de Apple con 40.000 millones de dólares en el banco para corregir este error. Voy a destruir Android, porque ese producto es un robo. Estoy dispuesto a ir a una guerra termonuclear”, fue una promesa de Jobs y que aparecerá en su biografía.

Son unas declaraciones de una dureza como muy pocos podían imaginar, aunque en cierto modo su origen es comprensible. Android estaba consiguiendo mucha fuerza en el mercado y estaba  marcando un nuevo rumbo donde el usuario tenía más poder de decisión y personalización en su teléfono. A estos consumidores no les gusta pasar por el control de la manzana, porque son los defensores del software libre y abierto.

Meses más tarde, Steve Jobs se encontró con Eric Schmidt de Google, alegando que no quería dinero derivado de un canon por patentes, sino otra cosa totalmente distinta y más dura

«No quiero tu dinero. Si me ofreces 5.000 millones no los quiero. Tengo suficiente dinero. Quiero que dejéis de utilizar nuestras ideas en Android», espetó Jobs, que ya sabía que Android podía hacerle mucho daño al iPhone. Samsung indicó ayer que ha vendido más smartphones que Apple en el tercer trimestre.

El resultado, muchos lo conocemos como guerra de patentes. Android siguió su desarrollo como si nada hubiese pasado y Apple se dedicó a intentar parar los pies a las compañías que más apostaban por el robot verde como son HTC y Samsung, los cuales siguen en juicio por una guerra de patentes que no da visos de acabar, con tres bandos, HTC y Samsung luchando por usar Android, Apple que lucha para acabar con funcionalidades de Android y con un Microsoft que busca lo mismo, aunque intentando pasar por caja lo más posible.

La guerra ha acabado con muchos heridos por todas partes, con productos de Samsung eliminados en Alemania y con productos de Apple en visos de ser prohibidos en Australia e Italia, con Microsoft ganado hasta 25 dólares por cada Android que se vende, un HTC en disputas con Apple por cinco funciones básicas de teléfonos móviles y un Google que se vio obligado a comprar Motorola Mobility por sus patentes para intentar proteger a sus socios.

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